Lluvia
negra sobre las ciudades.
Los sistemas de información sobre los que se han levantado nuestros
saberes han articulado la memoria histórica, biológica, social y
antropológica con la que nos identificamos, desde la que nos
observamos y comprendemos. En lugar de fomentar la posibilidad de que
cada persona desarrolle sus propios órganos de conocimiento, se
aportan unas herramientas comunes para hacernos cómplices y
partícipes de una actividad que potencia dichos mecanismos de
producción, y donde nuestro propio relato personal o social
contribuye a la escenificación continuada de estos enclaves de
reconocimiento y control.
DISPOSITIVOS PARA RECUPERAR LA MEMORIA AURORAL (Reloj atemporal, documento de indeterminación, tablillas meditativas y pórtico).
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